13 julio, 2006

Princesa bacana

La Lumi desde la cámara de la naty.



Princesa bacana,
sexo, marihuana y milongón.
Yo cuelgo de tu ombligo
así que no juegues conmigo,
tus juegos de salón...
Mueve tu primero
que yo aquí te espero,
anticipando el tacto de cada labio de tu beso...
Princesa haragana,
¡Que fin de semana!

Princesa dormida
yo bajo a por algo de comer.
Regreso, y princesa
ya ha puesto la mesa;
la cama es el mantel...
Prueba tu primero
que yo aquí prefiero
mirarte sonreír frente a ese plato de cerezas...
Brindemos, princesa,
por esta (brutal) pereza...

Es lunes de mañana;
cualquiera se separa
de una princesa bacana...

(Jorge Drexler)

03 julio, 2006

resumidero 03



24
O sancta simplicitas! ¡Qué mundo más extrañamente simplificado y falsificado aquel en que vive la humanidad! No cesa uno de asombrarse, tan pronto como se pone las gafas apropiadas para ver semejante prodigio. ¡Cuán claro, libre, fácil y sencillo hemos conseguido hacer todo cuanto nos rodea! ¡Cómo hemos sabido dejar errar nuestros sentidos en todo lo que es superficial, e inspirar a nuestro pensamiento un ansia divina de cabriolas caprichosas y de falsos razonamientos! ¡Con qué cuidado hemos tratado de conservar ante todo nuestra ignorancia, para gozar de una libertad, de una despreocupación, de una imprudencia, de un entusiasmo y de una alegría de vivir casi inconcebibles, para gozar de la vida! Y sobre este granito, por lo demás sólido, de nuestra ignorancia es como la ciencia ha podido edificarse, basándose la voluntad de saber en otra voluntad mucho más poderosa, la voluntad de no saber, la voluntad de permanecer en la incertidumbre, en la contra-verdad, no siendo esta voluntad lo contrario de la primera, sino su forma más refinada. El lenguaje, aquí como en todas partes tiene que arrastrar consigo toda su torpeza y seguir hablando de oposiciones, cuando se trata de grados y de sutiles gradaciones; además, la tartufería inveterada de la moral, que se ha convertido ahora, de manera invencible, en "carne de nuestra carne y sangre de nuestra sangre", nos ha desnaturalizado también las palabras de nuestra propia boca. Nosotros, que estamos advertidos, de tiempo en tiempo nos damos cuenta del subterfugio y nos reímos al ver que la mejor de las ciencias sigue siendo aún la que mejor pretende retenernos en este mundo simplificado, absolutamente artificial, aliñado y falsificado para nuestro uso, porque esta ciencia también, un poco a su pesar, ama el error, puesto que por ser viviente, ama la vida.

Nietzsche (Más allá del Bien y del Mal)

resumidero 02


83
La invención del alma por el hombre se insinúa cada vez que surge el sentimiento del cuerpo como parásito, como gusano adherido al yo. Basta sentirse vivir (y no sólo vivir como aceptación, como cosa-que-está-bien-que-ocurra) para que aun lo más próximo y querido del cuerpo, por ejemplo la mano derecha, sea de pronto un objeto que participa repugnantemente de la doble condición de no ser yo y de estarme adherido.
Trago la sopa. Después, en medio de una lectura, pienso: "la sopa está en mí, la tengo en esa bolsa que no veré jamás, mi estómago." Palpo con dos dedos y siento el bulto, el removerse de la comida ahí dentro. Y yo soy eso, un saco con comida adentro.
Entonces nace el alma: "No, yo no soy eso."
Ahora que (seamos honestos por una vez)
sí, yo soy eso. Con una escapatoria muy bonita para uso de delicados: "Yo soy también eso." O un escaloncito más: "Yo soy en eso."
Leo The Wawes, esa puntilla cineraria, fábula de espumas. A treinta centímetros por debajo de mis ojos, una sopa se mueve lentamente en mi bolsa estomacal, un pelo crece en mi muslo, un quiste sebáceo surge imperceptiblemente en mi espalda.
Al final de lo que Balzac hubiese llamado una orgía, cierto individuo nada metafísico me dijo, creyendo hacer un chiste, que defecar le causaba una impresión de irrealidad. Me acuerdo de sus palabras: "Te levantás, te das vuelta y mirás, y entonces decís: ¿Pero esto lo hice yo?"
(Como el verso de Lorca: "Sin remedio, hijo mío, ¡vomita! No hay remedio." Y creo que también Swift, loco: "Pero, Celia, Celia, Celia defeca.")
Sobre el dolor físico como aguijón metafísico abunda la escritura. A mí todo dolor me ataca con arma doble: Hace sentir como nunca el divorcio entre mi yo y mi cuerpo (y su falsedad, su invención consoladora) y a la vez me acerca mi cuerpo, me lo pone como dolor. Lo siento más mío que el placer o la mera cenestesia. Es realmente un lazo. Si supiera dibujar mostraría alegóricamente el dolor ahuyentando al alma del cuerpo, pero a la vez daría la impresión de que todo es falso: meros modos de un complejo cuya unidad está en no tenerla.


Julio Cortázar (Rayuela)

resumidero 01
























A SOLAS CON TODO EL MUNDO

la carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma,
y las mujeres arrojan jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al
otro
pero siguen
buscando
de cama
en cama.
No hay ninguna
posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
nadie encuentra jamás
al otro.
los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan
nada más
se llena.
Charles Bukowski